El ciclista y la bicicleta se complementan en el mismo movimiento al desplazarse de un lugar a otro, y para lograrlo de manera óptima y confortable es necesario que las características de la bicicleta se ajusten a las de tu cuerpo.

Cuando montas en bicicleta, el cuerpo hace contacto con la bici en tres puntos de apoyo: el perineo, las manos y los pies. Las manos en el manillar son las que guían, los pies en los pedales son los que impulsan el desplazamiento, y el perineo es el que soporta todo el cuerpo. Entonces, veamos cómo ajustar la bici a tu cuerpo correctamente y conseguir una postura buena para evitar lesiones y mejor tu rendimiento. 

Ajustar el asiento de tu bicicleta 

La altura del sillín de la bicicleta influye directamente en el rendimiento del ciclista. Ajustar el sillín es algo fundamental antes de utilizar cualquier bicicleta. De no hacerlo, a la larga, trae problemas de salud en las rodillas, debido a la fuerza que se ha ido aplicando al momento de pedalear, además de dolores en la columna vertebral por las posiciones incómodas y problemas musculares. La altura del asiento de las bicis se relaciona con la cadencia de pedaleo y el espacio libre que se le deja a las piernas para moverse.

  • Sillín muy bajo: mientras más bajo esté el sillín, menor será la distancia a los pedales, lo que le restaría espacio de movimiento a las piernas e, inevitablemente, generaría incomodidad.
  • Sillín ideal: ajustar el sillín para darle más altura que en el punto anterior le dará más libertad de movimiento a las piernas, y de esta manera, las rodillas no tendrán que soportar tanta presión innecesaria.
  • Sillín muy alto: si el sillín se encuentra muy alto, se le hará difícil al ciclista alcanzar los pedales, dificultando el impulso para desplazarse.

A continuación, te presentamos dos maneras de ajustar correctamente tu sillín.

Ajustar la altura del sillín por apreciación

Mueve uno de los pedales completamente hacia abajo mientras te sientas en el sillín. Sube el poste del sillín hasta que tus rodillas puedan quedar ligeramente flexionadas. Si no te queda claro cuanta flexión deberías permitir, puedes probar pisando los pedales con los talones de tus pies, en cuyo caso subirás en sillín hasta que tus piernas queden rectas y puedas aún pedalear sin inclinar tus caderas hacia los lados. Cuando retomes Al pisar los pedales correctamente: con la parte anterior, tus piernas quedarán debidamente flexionadas.

Última modificación: viernes, 12 de abril de 2024, 13:04